Un estilo de vida saludable durante la transición a la menopausia puede compensar la aceleración de la aterosclerosis, según una nueva investigación publicada en el Journal of American Heart Association.
Los investigadores evaluaron a mujeres que participaron en el Estudio de la Salud de la Mujer en toda la Nación (SWAN), con edades entre 42 y 52 años al inicio del estudio, utilizando una puntuación de estilo de vida saludable de 10 años, desarrollada para este estudio.
Se sometió a cada mujer a exámenes médicos anuales y las participantes rellenaron cuestionarios sobre su actividad física, hábitos alimenticios y consumo de tabaco. Además, las mujeres tenían al menos una prueba ecográfica de la arteria coronaria.
En comparación con las mujeres con la puntuación de estilo de vida saludable más baja, las que registraban las puntuaciones más altas tenían arterias significativamente más anchas, menor engrosamiento arterial y acumulación de placa. El factor de riesgo más asociado con las arterias no saludables fue el tabaco.
«La mediana edad es una ventana crucial para que las mujeres controlen su bienestar cardiovascular y establezcan una vía para un envejecimiento saludable. Los cambios metabólicos que a menudo ocurren con la menopausia, especialmente el aumento de los niveles de colesterol y la presión arterial, pueden elevar significativamente el riesgo de infartos de miocardio, ictus y deterioro cognitivo más adelante en la vida», dice Ana Baylin, profesora asociada de Ciencias de la Salud Nutricional y Epidemiología en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan (Estados Unidos).
«La buena noticia es que las mujeres de mediana edad pueden manejar su bienestar con sus propias manos y hacer cambios saludables en su estilo de vida, como evitar el humo del tabaco, comer una dieta más saludable y hacer más actividad física para reducir su riesgo cardiovascular», subraya Baylin.
El estudio también indica que solo el 1,7% de la población del estudio se adhirió a los tres componentes de la puntuación de estilo de vida saludable a lo largo del estudio.
«La baja prevalencia de un estilo de vida saludable en este grupo de mujeres de mediana edad resalta el potencial de las intervenciones de estilo de vida dirigidas a esta población vulnerable», añade el coautor Dongqing Wang. «Nuestro análisis prospectivo sugiere claramente que las mujeres que se acercan a la menopausia pueden reducir significativamente este riesgo si adoptan comportamientos más saludables, incluso si nunca han tenido problemas cardiovasculares», comenta.